jueves, 27 de septiembre de 2012

JESUS IBAÑEZ (1928-1992)


Sociólogo de aquellos que pasan al olvido intencionado con gran dificultad por la gran conexión entre su vida y obra. Catedrático de Sociología en la Universidad Complutense de Madrid. Cofundador junto con Julio Cerón Ayuso del FELIPE (FrEnte de LIberación Popular). Encarcelado durante seis meses (condenado a seis años) por un escrito en solidaridad con los compañeros estudiantes detenidos en 1956. En 1977 promovió una Candidatura de Unidad Popular (CAP), para rechazar la invitación por parte del PSOE para integrar sus filas "socialistas".
Autor de gran cantidad de escritos políticos y mucho material de investigación sobre la Sociedad de Consumo. Para más informacións: Wikipedia o leer cualquiera de sus obras que cautivará a cualquier mente disconforme.
Los retazos letrados que os ofrezco en el post, recogidos de su obra: "Por una Sociología de la Vida Cotidiana". Siglo XXI, 1994:

MARKETIN: ¿En qué consiste esa misteriosa enfermedad que agota todo lo que toca? Es la fabricación industrial de necesidades. El capitalismo de producción fabricaba por un lado a los trabajadores y a los consumidores (mediante los procesos de educación), por otro lado las mercancías (mediante los procesos de producción): unos y otros se encontraban en el mercado. Para que el encuentro fuera posible debían ser mutuamente adaptables (las mercancías debían poder satisfaccer necesidades de los consumidores -mediante la manipulación publicitaria- el deseo de consumir.

La sociedad de consumo es la sociedad del espectáculo. Está hecha para que usted la vea, y no precisamente para que goce viéndola, sino para que, después de haberla visto, pueda hablar -bien- de ella, apruebe lo que ha visto. La sociedad de consumo busca su pasmo y su asentimiento: no su placer, el placer de su cuerpo.

El capitalismo de producción descoyuntó los cuerpos de los productores acoplándolos a monstruosas máquinas mecánicas, a monstruosas máquinas burocráticas. El capitalismo de consumo ha disuelto la ilusión del alma, ya no hay ideologías consoladoras.

¡CAMBIE EL POLVO POR BRILLO!
Todo es brillante, nada es profundo: no hay intimidad, ni pasado. Las cosas se despliegan en un presente sin espesor, en un escaparate.
El capitalismo de consumo nos despoja de nuestras actividades de ocio y consumo: crea necesidades que se acoplen a los productos que está interesado en vender, transformando, mediante la pedagogía y la demagogia nuestras actividades de ocio y consumo para que se acoplen a sus productos.

Dejamos de existir cuando las heridas dejan de dolernos.

MASCULINO-FEMENINO - PRODUCCIÓN SEDUCCIÓN. (Egin, 12 de Julio de 1988)
Hay un feminismo converso, el de las mujeres que quieren ser iguales a los hombres. Aceeder al numerador de la razón. Hay un feminismo perverso, el de las mujeres que quieren dar la vuelta a la tortilla- como las reivindicativas del MC (invertir el numerador y el denominador).
Hay un feminismo subversivo, el de las mujeres que quieren abolir la dominación - como los anarquistas -. Borrar la barra que separa el numerador del denominador. Hay un feminismo reversivo, el de las mujeres que hacen girar esa barra hasta hacerla estallar.

¿Por qué a la mujer le falta picha y al hombre no le falta el coño?

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